Ya contamos los problemas que tuvimos con las lluvias
fuertes y los desprendimientos de tierra en el camino que realizó la bobcat.
Otra zona que también sufrió bastante con el agua fue el muro y los taludes
laterales del rocódromo. Toda la tierra que pusimos para rellenar el plano del rocódromo,
al no estar aún consolidada, se va escapando poco a poco con cada lluvia. Antes
de seguir con otra cosa vamos a revestir los taludes laterales del muro y para
asegurar la zona y evitar males mayores. Lo habíamos dejado así.
No queríamos que el revestimiento de los taludes quedase en ángulo
de noventa grados, así que le dimos una pequeña inclinación. Para esto tuvimos
que modificar la malla electrosoldada, cortando las uniones de los alambres con
la radial, doblandolo con la inclinación deseada y volviendo a unirlo con
soldadura. Después se pinta la malla con espray de galvanizado en frio para proteger
el hierro de la corrosión. Todo el trabajo de hierro y soldadura lo hace Modes
que es el artista.Añadiendo el triángulo al muro conseguimos acabar
con la forma que queremos en el resto de revestimiento.
Ahora toca seguir con el talud. Teníamos pensado poner un
perfil de madera como remate final en todos los muros de gaviones, tipo traviesa de
jardinería, pero las traviesas autoclave son bastante caras y buscamos una solución
más barata. Nuestros arquitectos nos dieron la idea de usar tablones de obra en
su lugar, es una solución mucho más económica y queda bastante bien. Entonces
pensamos también en usarlos como postes para la sujeción de la malla que vamos
a usar para el revestimiento de los taludes.
Un vecino tenía cinco tablones de obra de cuatro metros, muy
viejos, tirado en su terreno y nos los regalo, y compramos cuatro más, estos
más nuevos, por veinte euros. Para protegerlos de la humedad y el sol nos
planteamos tres opciones; algún tipo de barniz, untarlos con una mezcla de
aceite de motor y gasoil y aceite de linaza o similar. Al final optamos por el
aceite de linaza por ser lo más natural.Lo primero que hicimos con los tablones fue cortarlos a la
medida que necesitábamos, quitar los restos de cemento, clavos, astillas y desperfectos
grandes. Luego los cepillamos bien con un cepillo de alambre y usamos la lima
de madera donde hizo falta. Pasamos una lijadora y limpiamos para quitar todo
el polvo. Después aplicamos el aceite de linaza con una brocha grande. La
madera es vieja así que chupa mucho aceite, hicieron falta cuatro manos para
obtener el resultado deseado.
A los tablones que vamos a usar de postes le pusimos una
capa del material impermeable, que quitamos de la cubierta de la vieja casa,
solo en la parte trasera que estará en contacto con la tierra y la humedad. Sabemos
que no hará mucho pero puede alargar en algo la vida de estos postes de
madera y también reciclamos parte de los
desechos que hemos generado.
La verdad que el resultado fue mejor de lo esperado, se
realzaron las vetas de la madera y quedó de un tono muy bonito. (Ahora puedo
decir, tiempo después, qué la protección del aceite de linaza es mínima, al
poco tiempo la madera perdió el tono bonito para volverse un tono más gris, de
madera muy vieja, intentaremos probar con más productos para ver cual nos
ofrece un resultado bonito y duradero.)
Hacemos un agujero de unos cuarenta centímetros para
enterrar el poste.
Y lo enterramos a la altura deseada teniendo en cuenta el
desnivel que queremos en el plano superior y la inclinación que traemos del
muro de gaviones.
Ya podemos colocar el primer trozo de malla. No lo vamos a
poner demasiado alto para poder introducir bien el brazo y trabajar cómodamente
desde arriba.
Al muro de gaviones lo unimos con grapas, y al poste de madera
utilizando fleje agujereado y tornillos. Este fleje se puede cortar a la medida
necesaria y lo doblamos fácilmente con la forma del alambre a sujetar. En la
parte inferior de la malla clavamos dos
varillas en el suelo para evitar que se
abombe.
Con la malla bien firme empezamos a colocar piedra como
hicimos en el resto de muro, y detrás la primera línea vista de piedras
rellenamos con piedra pequeña de la que usamos anteriormente para los drenajes.
Hay que colocar las piedras muy bien e ir prensando todo para que no quede
suelto y las piedras pequeñas se puedan salir.
El siguiente tramo de malla lo fijamos a los laterales igual
que el anterior y con alambre lo unimos
a la malla inferior . Para que no se abombe hacia fuera doblamos una varilla
con forma de gancho en un extremo, de unos cincuenta centímetros de largo, y la
clavamos en el talud de forma que coja la unión de las dos mallas y las
presione hacia dentro,
El último tramo de malla hay que amoldarlo para que encaje
con el ángulo de la madera así que hay que cortar y volver a soldar. Colocamos
primero el remate de madera y lo fijamos bien para darle más robustez al
conjunto, colocamos la malla y acabamos de colocar piedra y el relleno
posterior.
Ya habíamos ido colocando el resto de postes, estos van
paralelos al muro de la calle y revestirán el talud de la base del muro para
que no haya problemas por perder tierra en esta zona.
Los enterramos en el
suelo unos cuarenta centímetros y en la parte superior los fijamos con fleje al hormigón de la base del muro utilizando un taco de presión.
Y colocamos la malla y las piedras igual que hicimos antes.
La zona de la curva nos dio bastantes problemas en cuanto a
ángulos y niveles se refiere, pero con paciencia ajustamos la malla para que
quedara perfecto.
El tablón superior de remate entre estos dos postes lo
fijamos con la ayuda de escuadras a la madera y con un poco de hormigón al
suelo. Clavamos tornillos grandes a la madera para que el hormigón sujetase
firmemente el tablón.
El último tablón fue el más complicado. Dos ángulos
diferentes en los extremos y una motosierra para cortar…. No salió bien… Después
de mucho cepillo de madera y escofina conseguimos que quedara aceptable!
Colocamos más tablones en el perfil del muro y ya podemos
rellenar de tierra.
Al otro lado del muro, empezamos a arreglar la zona de las
escaleras. Primero colocamos los tablones en la jardinera del almendro. Para
poder cortar bien las esquinas a cuarenta y cinco grados y viendo como salían los
cortes con la motosierra, compramos una
ingletadora. Con herramientas adecuadas el resultado es inmejorable.
Colocamos la malla clavando varillas, la piedra y un tablón largo que hará de último escalón y
de soporte para los tablones del pasillo a la higuera, quedó muy chulo.
El pequeño talud que bordea las escaleras lo revestimos
utilizando piedras que había por el terreno, colocadas una encima de otra y
usando un poco de mortero para unirlas donde es necesario. Dejamos un par de
agujeros para colocar vegetación y una pequeña jardinera a la derecha de las
escaleras.
En el pasillo a la higuera también colocamos el perfil de
madera. A la base de la higuera le pusimos unas piedras en media luna para que
quedara mejor.
Para acabar colocamos unas cuantas plantas que teníamos por
el terreno y césped rustico en la plataforma del rocódromo y le dieron a la
zona el toque final.
Esperamos que los
revestimientos y la vegetación eviten que las lluvias deterioren esta zona y la
tierra se desplace y además tenemos un trocito de terreno libre de obras y que
podemos disfrutar.
Ees el mejor junto con tu hermano y tus dos mejores amigo buen trabajo ,te quiero
ResponderEliminarhola, como terminó el proyecto?
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